martes, mayo 27, 2008
Escapadita
Hoy iba a escribir sobre los balcones; sobre las ventanas de Madrid en primavera; sore el desencuentro; sobre ti que lo sabes; sobre mi sombra en el mar; pero alguien a quien siempre he admirado y con quien pocas veces he hablado de algo serio, me ha mandado un mail que francamente me ha hecho cambiar estas lineas. No es nada especial, ni siquiera personalizado y me apuesto un brazo a que ni siquiera sabrá que hoy me ha hecho sonreir el alma. Pero hoy tuve diez segundos en otro lugar, en medio de ese campo de sueños que dibujamos entre las estrellas alguna noche de verano, cuando aún nuestra inocencia alimentaba nuestras miradas y el futuro era un vergel que recolectar, cuando ella era el amor platónico de mi mejor amigo en un pequeño pueblo de tierra de campos. Diez segundos en los que las ganas de ser más allá de la placa que adorna mi despacho, hervían en mis venas. Así que hoy, le dedico estas líneas a ella que tiene nombre de canción, a sabiendas de que si hablamos de nuevo, seguro que menos de esto saldrán todos los temas del mundo.
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