domingo, mayo 04, 2008

EPICENTRO

Hace unas semanas estaba hablando con un buen amigo que está pasando por un momento complicado. Tras varias horas de charla buscamos, de forma conjunta, encontrar una serie de conclusiones con carácter previo que nos permitiesen acotar la situación para poder dirigir los pasos hacia una salida. Lo sorprendente es que, de las cinco ideas que delimitamos, cuatro traían causa directa en el entorno: La presión que ejercen los demás; el tiempo, o más en concreto la ausencia del mismo; la falta de recursos económicos (añadamos personales); la quiebra de sus anhelos y esperanzas (por factores externos). En definitiva el factor situacional o como en gramática española se denomina, el complemento circunstancial, viene a ser el principal obstáculo y el mayor lastre del ser humano, en un alto numero de casos, para su desarrollo personal.

Casi con carácter inconsciente y a la luz de sus conclusiones, le formule una elemental pregunta “¿Y tú dónde te sitúas?”. Su respuesta: “en el medio de todo”. Bien podíamos dar por concluido el ejemplo, para extrapolarlo a infinidad de situaciones en las que uno toma consciencia de uno mismo como el epicentro inerte de una vida que va estrechando el cerco hasta el límite mismo de nuestra piel, oprimiéndonos hasta el punto de la crisis personal. Es en ese instante cuando dar entrada a dos factores clave puede abrir las puertas a esa ansiada respuesta que nosotros, de manera inconsciente, esperamos venga de ese entorno, a priori, hostil: las opciones y el más importante de todos nuestros recursos, uno mismo.

Claramente resulta un cambio radical de mentalidad que ciertamente comporta alguna baja o sacrificio (En ocasiones decantarse por una opción cierra la posibilidad de otras, pero al tiempo abre nuevas vías), sin embargo la recompensa más inmediata es la visión diferente de la realidad, como un conjunto de elementos objetivos, aleatorios y abiertos que en el peor de los casos siempre nos va a plantear más de una opción a la hora de enfrentarla, o si se quiere, al momento de aprovecharla.

Con la inclusión de estos dos factores se rompe la visión unívoca de las situaciones y la colocación de la piedra de toque de nuestro pensamiento lo que nos permitirá pasar del rol de secundario dentro de nuestra vida a ser guionistas, directores y actores de nuestra propia existencia. Se trata del aprendizaje de una lección que nos va a ser muy útil para el resto de nuestras vidas y que comienza en ese punto en el que uno se pregunta “¿Qué pasaría si yo…”?

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