martes, julio 09, 2013

De oportunidades

Caminando por las calles secundarias de la vida, en una de las miles de esquinas que llevan a otro océano de adoquines, de súbito apareciste tu. Nuestras miradas no se reconocieron en una primera instancia, tan acostumbrado como estoy de enterrar mi mirada en el lodazal emocional no acierto a aclarar la visión ante la luz cuando esta se presenta, lo que me llevó a pensar, quizás por el ardor en las adocenadas pupilas, que era mejor deshacer los últimos tres pasos y escoger otra esquina menos concurrida, pero tras hacerlo escuché en tu voz un "no te hagas eso", o al menos a eso pareció sonar. Mis pasos decidieron una huelga express a lo que le siguió un fenómeno extraordinario por lo inusual no por otra cosa: un latido se cayó de mi anquilosado corazón. Para ser correctos no sonó a latido, si no más bien a crujido, pero eso quise sentir en ese instante, el latir de un sentimiento cuando todo parecía perdido. No obstante mi profunda tristeza me abofeteó cuatro veces con la clara intención de devolverme a la cordura que te permite ver el mundo como es: gris y plano, pero el ardor de las mejillas no hizo otra cosa que avivar el fuego de mi rebeldía y pinté con lápices de colores mis palabras, componiendo un mural con aroma de promesa de un mañana y firmando con un beso encerrado en mis labios con solo tu nombre.Así decidí solo soñarte, racionar los momentos, esperar tu gesto, saborear la hiel de tu ausencia, esperar mi oportunidad...

viernes, abril 19, 2013

Déjame...

Dejame asomarme al balcón de tu mirada, déjame perderme en el reflejo de campo y de espiga, en los matices de un mar de estrellas que eclipsa la tierra. Déjame adivinar de nuevo, regálame otro parpadeo que abanique la arena que hace brotar tus lágrimas y las funde en preciosos diamantes con la esencia pura de tu alma transparente. No, permíteme esconderme en el rincón más oscuro de tus pupilas, para soñar en tu cielo y perderme en su azul infinito sin que nadie me moleste una vida o dos. Nuevamente me confundo, será el columpio de tus pestañas que dejan entrever la pena que disfrazas con sonrisas, lo hondo de un sentimiento que no cabe en las palabras y tiñen de malva los ecos de un pasado de fuego y forja. No, detén tus palabras congela el momento regálame otro instante solo para adivinar el color de tu mirada que son tantas que todo lo abarcan...

domingo, marzo 24, 2013

Tiempos pasados

Tiempos de trueno, de ozono coloreando los bordes de los charcos, de calles a medio recoger repletas de pisadas confundidas, de paseos sin destino cierto, de leyendas por conocer de sangre que lamer, de sueños rotos que esconder bajo su piel de asfalto. Tiempos de furia, de reivindicación y clamor contra lo establecido, contra lo vertido, contra lo susurrado, contra el miedo y a favor de la incertidumbre que todo lo alimenta, que enciende las almas y despliega las lenguas. Tiempos de posibilidades, de renglones por borrar, y borrar hasta desgastar las finas lineas azul celeste que contienen y ordenan las letras que componen las palabras que nunca me atreví a contarte a ti que aún no he conocido, poseedora de esa espalda a medio descubrir, de esa mirada desplazada, de ese misterio arropado en silencio, de las llaves que abren mi corazón y lo condenan una eternidad o dos a morir en cada beso, a dormirme en tus caricias. Tiempos de sonidos que despejan incógnitas, de oídos afilados en busca de la referencia que quieres que te recuerde a lo que ayer compusiste a favor de esa identidad que nunca vera la luz hasta que sea demasiado tarde, hasta que la tristeza te invada, hasta que los años la entierren o la vida que los demas diseñaron para ti, como traje de baile de graduación "Tabaco y topo", la disfrace torpemente convirtiendo en la sombra de lo que debiste ser. Tiempos de construir, de crear, donde solo se dibujaban las líneas maestras de la trampa de un mañana. Tiempos de confusión, de jeringuillas, plagado de accidentes en cada esquina. Tiempos de colera, de milagros cotidianos, de barrios que imprimen caracter y patria chica, de discursos de bruces en la acera,de Madrid con mayúsculas, de niebla perpetua, de heroes cotidianos.

sábado, enero 05, 2013

Reset

Todo comienza con un final que te devuelve a la casilla de salida, todo termina a veces de forma escalonada, pausada al ritmo de cada segundo y otras, menos frecuentes, como una reacción en cadena de acontecimientos que se agolpan y solapan para cumplir con su destructiva misión de la más devastadora de las formas. No es muy normal, pero a veces pasa y cuando esto sucede no hay asideros, no hay salvaguarda, ni encomienda simplemente queda esperar, apretar los dientes, cerrar los ojos e ir haciéndote a la idea de que poco o nada de lo que hasta ese instante ha sido tu mundo quedara tras la descarga, asimilar el cambio, morir en vida y confiar en poder volver a levantarte. No es recomendable resistirse, simplemente la vida decide darte una lección y de paso quebrar el 95% de lo construido, gritarte de golpe todo lo que no quisiste oír, demostrarte que no tuviste razón, que ella gana, que siempre gana. En medio de ese caos es probable que la boca se llene de juramentos en vacío, el alma se deje llevar por la eterna desespero, y la voluntad te abandone sin muchos visos de regreso, no es motivo de mayor preocupación, solamente forma parte del proceso, ese que cuando decida terminar, cerrará lentamente la trampilla que oculta ese botón de reset que todo lo reinicia, que marca el final con un principio o no...