sábado, mayo 10, 2008

Dos poesías cantadas para sanar las cicatrices del alma





Siempre en la mochila se llevan remedios contra la soledad; esperanzas enlatadas; antifaces de "hastaluego" para los adioses; pálpitos sin nombre pero con su aroma; sonrisas de pega; lágrimas de cristal; mariposas de papel; puntos suspensivos...

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