Mi exilio

Hablamos de EXILIADOS y a la mente nos vienen retratos en sepia de venerables iconos de la lucha, miradas cargadas de convicciones que transcienden el tiempo, arrugas y/o cicatrices surcadas a base de ideas, de llanto, de resignación. Ademanes representativos de la dignidad de una tierra vilipendiada por cien causas distintas y todas ellas malparidas por los hombres. Hablamos de soledad en estado puro, de oceános de nostalgia, de palabras condenadas.

Hablamos de EXILIO y respiramos salitre, turba o escarcha, el calor de los vientos alisios calienta nuestra imaginación, el secano de los yermos campos seca las palabras en nuestra garganta y el frio de estepas más alla del norte que soñamos hiela el palpito de un corazón, que se hermana con aquel que, simplemente, no tuvo mas alternativa que dejarse la mitad en el origen, y llevarse lejos, siempre lejos, la otra mitad sangrante.

Hablamos de mi exilio, y hablamos de silencio, hablamos de sueños coronados por la espuma del mar, de olas que baten mi único horizonte, de un volcan que hoy duerme, pero que si te acercas aun ronronea recordandonos que no somos nada ante la naturaleza. De soledades que se reunen bajo el manto en forma de excusa que les ofrece "estoy de paso". Hablamos de ideas olvidadas, perdidas en algun atasco de Madrid, y de las que hoy recibo una postal con matasellos de aqui al lado. De un 0 (cero), de un "principio de incertidumbre", de mil canciones que hoy cobran sentido, del valor de una sonrisa sincera, del ahogo de mil lágrimas con cita previa, de como las distancias crecen con la necesidad de un abrazo con nombres y apellidos. De como "uno" vuelve a tener sentido consigo mismo.....

Mi exilio se escribe con minúscula, porque aunque mi alma vale lo msimo que todas, en este exilio yo tuve la gran suerte de huir solo de mi mismo. Bienvenid@s a tod@as.