martes, mayo 30, 2006

Imposibles

Y repaso mis asuencias, y tropiezo con los encuentros y las citas que nunca llegué a concertar, y el vacio que me queda supera con creces el silencio que me rodea. De improviso digo un nombre y a la mente llega un rostro, un aroma que robé o mejor sería decir que tomé prestado hasta hoy. Sonrio con el eco de su risa y me estremezco con la patente fragilidad de aquellos momentos donde el mundo se desordenaba hasta convertirse en un asunto entre tu y yo. Y recuerdo las dulces palabras portadoras de biografías inconclusas, las mentiras piadosas con pecados carnales en los bolsillos, los horizontes de otras latitudes, el calor sin caricia, los besos volados....

Entonces busco la etiqueta que me ayude a clasificar el caos y solo me quedan las de "imposibles", busco un rincón donde la pegatina oculte lo mínimo y la coloco en la punta de una vieja estrella, después te recojo con mimo y encuentro tu espacio ideal bajo un milímetro de mi piel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que vuelvas a escribir y descubrir que aunque los años pasen, lo importante perdura. Me encanta leerte de nuevo

MARIEL BLANCO dijo...

Quedan muchos días todavía como para pensar que en "imposibles".