lunes, marzo 10, 2008

Palabras con filo

Hay palabras que a veces se ven desboradadas por el contenido que encierran. Ninguna de las letras que las recorren son conscientes de que reunidas y vertidas en los labios de determinadas personas, se convierten en punzantes esquirlas que traspasan la razón para alojarse en la capa más honda del corazón. Ese género de palabras no se escuchan, se sienten; cuando escritas se sublevan al confín del espacio en blanco, declarandose en rebeldía y extrayendo, del subconsciente de aquellos que las leen, la voz perdida en el rincón más intimo de nuestra alma, el susurro que las da vida en nuestros ojos, el calor que alumbra nuestra primera lágrima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He intentado escribir para tí... No puedo... lo que tengo en la cabeza vuelve a no corresponderse con lo que tengo en el corazón... Sabes! El problema es que las palabras solo te hacen daño cuando las escuchas con el alma. Y tú creo que lo haces siempre. Pero recuerda el consejo de "la mirada de ella" sólo te hacen daño las palabras que no se dicen... :( mmm me he vuelto a liar!