Se cierra un ciclo y un sabor a ceniza inunda mi alma. Lo pasado es ya historia, una certidumbre repleta de sombras en el pozo donde se diluye demasiado de mi como para poder enfrentarlo sin ambajes ni barerra de por medio. La lucha comienza en cada segundo que se extingue, con la obligación autoimpuesta de encerrar en el baúl del destierro los ayeres y sus ecos... Tanto recorrido, tan efimero mi paso por el tiempo, tan breve el resumen de un final largamente aplazado. Me aterra que en esta odisea que hoy comienza, no cuento conmigo como siempre me conocí, estoy vacio por dentro, cruel en el exterior. Solo existe un motor en mi vida y se aleja de mi. Las dudas que brotan de la incertidumbre golpean mi razón e invitan al delirio a recorrer la senda de mis erraticos pasos. no se nada, olvidé lo aprendido solo queda confiarme al cambio.
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