sábado, enero 05, 2013
Reset
Todo comienza con un final que te devuelve a la casilla de salida, todo termina a veces de forma escalonada, pausada al ritmo de cada segundo y otras, menos frecuentes, como una reacción en cadena de acontecimientos que se agolpan y solapan para cumplir con su destructiva misión de la más devastadora de las formas. No es muy normal, pero a veces pasa y cuando esto sucede no hay asideros, no hay salvaguarda, ni encomienda simplemente queda esperar, apretar los dientes, cerrar los ojos e ir haciéndote a la idea de que poco o nada de lo que hasta ese instante ha sido tu mundo quedara tras la descarga, asimilar el cambio, morir en vida y confiar en poder volver a levantarte. No es recomendable resistirse, simplemente la vida decide darte una lección y de paso quebrar el 95% de lo construido, gritarte de golpe todo lo que no quisiste oír, demostrarte que no tuviste razón, que ella gana, que siempre gana. En medio de ese caos es probable que la boca se llene de juramentos en vacío, el alma se deje llevar por la eterna desespero, y la voluntad te abandone sin muchos visos de regreso, no es motivo de mayor preocupación, solamente forma parte del proceso, ese que cuando decida terminar, cerrará lentamente la trampilla que oculta ese botón de reset que todo lo reinicia, que marca el final con un principio o no...
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